Más de 30 aborígenes de distintas comunidades tuvieron que trasladarse hacia la capital salteña para reclamar por falta de viviendas en Embarcación y Tartagal. Promesa de obras sin cumplir hace años como por ejemplo, para consumir agua tienen que buscarla de un matadero cercano, a través de una manguera.Al llegar a las puertas del IPPIS (Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta), se dieron con más promesas, cuando, en definitiva, el organismo debería cumplir con su trabajo de gestionar de una manera más ágil las soluciones a las problemáticas de sus pares.
El presidente del IPPIS, Miguel Siares, declaró: “Vinieron a plantear el tema de las casas módulos prefabricadas pero les expliqué que estamos haciendo esa gestión pero que todavía no existe la posibilidad de conseguir esas casillas”. Con respecto a la falta de agua y de obras que no se realizaron, Siares dijo: “también les dije que esa es una cuestión municipal”.
Por último, Siares trató de defenderse indicando que hay dirigentes que no son aborígenes y son quienes usan a las comunidades para que hagan reclamos, pero ante la pregunta de porque no se satisfacen las necesidades, solo argumentó: “sé que hay necesidades pero hay que ser respetuosos de las instituciones”.
Escuchá el audio
–
