Con Jesse Hughes a la cabeza pero sin su Comendador, Josh Homme (Queens of the Stone Age), los EODM salieron al escenario principal de Lollapalooza a las 15.15 puntual: en sólo unos minutos lograron enloquecer al público con su cóctel de hard-punk rock. La banda, que se volvió trágicamente popular tras los atentados de París de noviembre pasado, se despachó con un show que, seguramente, estará entre lo mejor del festival.
El look… y la actitud. Hughes se lució con unos anteojos y tiradores rojos, remera de Ramones, jeans azules pero, sobre todo, con una energía desbordante. Habló con el público, bajó a tocar la guitarra en el pasto, chocó manos y hasta le estampó un soberano beso a una fan.
El baile. El clima ramonero que cruzó todo el show fue más que propicio para que buena parte del público se animara al pogo. Fue cada vez más intenso, más grande e, incluso, más celebrado por el agradecido frontman.
La frase. «Me encantó el fernet, me bajé una botella con Coca Cola».
Fuente: La Nacion