En una hora de show, donde repasaron las principales canciones de sus discos (Bestia Bebe y Jungla de Metal), la banda de Boedo demostró porque se sostiene en continuo crecimiento en la escena indie.
Ante un público que llenó Macondo Bar, al principio tocaron: “Luchador de Boedo”, “Sabes”, “Yo estaba más loco” y “Me gustan los perdedores”. Luego la noche tomo vuelo con “Omar” y “Wagen del pueblo”: canciones que produjeron esa extraña sensación de pogo alegre, una característica notable: su música transmite un mensaje optimista y entusiasta.
La efervescencia fue en crecimiento con el correr del show y para el final sonó: “Patrullas de terror”, “Lo quiero mucho a ese muchacho”, “No me importa verte perder” y “Fiesta en el barrio”. Fue un recital directo, sin interrupciones; con una destacada actuación de Tom Quintans, quien junto al bajista Chicho Guisolfi fueron al frente en todo momento. El público, por su parte, estuvo a tono con la energía del grupo: no paró de corear y saltar.
Bestia Bebe llegó a nuestra ciudad luego de tocar en Lollapaloza y ofreció un show sin fisuras. Con una impronta bien de época, la banda platense se encuentra en un buen momento entre las bandas que andan dando vuelta por la escena inddie argentina. Si bien se puede decir que suenan onda a El Mato, no hay dudas de que sus canciones, caracterizadas por melodías pegadizas, letras sencillas con referencia al barrio, el futbol o el cine, son recomendables para escucharlas no solo por bandcam sino también en vivo. Por lo menos para los que quieran escuchar a pibes que siguen la escuela de Sonic Youth, The Strokes o The Pixies pero desde este lado del mundo.
