Por Mariano Arancibia
Loquero volvió con todo en el marco de la presentación de su nuevo disco «Fabulosos Creadores de Paranoia».
Lo presenciado el viernes 27 de octubre, fue mucho más que la vuelta de los marplatenses a esta ciudad después de 10 años. Fue una noche tremenda de punk donde Loquero no defraudó al público que, si bien no llenó por completo el lugar, era bastante para las 3 de la mañana, horario en el cual empezó a tocar la banda.
Chary, con bermuda negra y buzo con capucha del mismo color, agarró el micrófono y no paro de agitar desde el inicio del set. Tocaron más de una hora canciones de toda su discografía tales como: “Épico”, “Isla”, “Atlántida”, “Guardame”, “Era un día perfecto”, “Perro rabioso”, “Frío”, “Ansiedad”, “Espabile”, “Belleza”, “Barrio niebla”, “Youngs”,“Cambios” y “Ghost in the FORA”.
Luego de los primeros 30 minutos, el show se detuvo. “Vamó loquero la puta que lo pario”, cantaba la gente alentando a la banda para que siga. El clima estaba que ardía a pesar de que afuera corría un vientito y amagaba con llover. No se entendía muy bien que pasaba hasta que el frotman anuncia que se le rompió el pedal del bombo, lo cual no resultaba descabellado ya que el batero le venía dando con todo. “Alguien nos puede ayudar, somos una banda pobre”, pide Chary. El problema se soluciona y siguen. Entonces tocan “Dias de roche”, tema que genera un ambiente post-punk oscuro que levanta vuelo. Después entre otros, se destacan, “Chocolate”, “Because” y “Rusita”. Las canciones van una detrás de otras sin respiro. Loquero no entiende lo que es bajar un cambio, disparan como si tuvieran una ametralladora.
La energía no solo del frontman sino del público, que hizo pogo y mosh todo el tiempo, fue una muestra del fervor del recital y dejó en segundo lugar la acústica del lugar que, dicho sea de paso, hace sonar a cualquiera como el traste. A pesar de esto, Loquero ofreció su propuesta punk-hardcore sin lugar para reproches, reafirmando así su comunión con los salteños que pudieron disfrutar de su tercera visita por estos lares -la primera fue a fines de los 90 con Fun People y la segunda en hinchapelotas en el 2007.
Claramente fue una noche que quedará guardada en la memoria: una de las bandas emblemáticas de la contracultura argentina y que, pese a no salir en las tapas de las revistas, se ganó el mayor de los respeto por la calidad de sus letras y su persistencia en el under durante 30 años, dieron una lección despiadada de lo que significa el espíritu punk. Y que quilombo que armaron. Tal como lo indica el manual de la vieja escuela.
PH: Matias Diez