Perras On The Beach se presentó por primera vez en Salta. El show, que se realizó en el Teatro Municipal en el marco de un festival donde también tocó Bort y Usted Señalemelo, fue presenciado por alrededor de 800 personas que se bancaron el tremendo frío que hizo el sábado. Allí, los mendocinos se encargaron de demostrar porqué están pisando fuerte en todo el centro del país.
Lo mejor fue cuando tocaron “Municipálidá“ y “Sangucci”. En el primero, Simón Poxiran, demuestra sus dotes raperos, mientras que en el segundo, Bruno explota; el bajista, se mueve con solvencia por el escenario, imponiéndose como una figura principal. La actitud y la estética del sonido que logran en esos temas tal vez sea el mayor valor de su propuesta.
También se destacaron: “Ramona”, esa expresión del romanticismo adolescente, “Puchos“, el enérgico “Australia” o “Mis Amigos. “Tuca”, fue muy festejado y tuvo como invitado a un músico de Morbo y Mambo.
Aun sorprende muchísimo como el público coreó las canciones, un público mayormente compuesto por adolescentes de clase media, media baja, que se conocían las letras. Eso claramente es por la ayuda que significa internet a la hora de la difusión. Hace una década atrás, difícil era tener los discos de las primeras tendencias y por supuesto, llegaban tarde, muy tarde a tocar en vivo en escenarios salteños. Hoy, a pesar de la corta trayectoria de un grupo el crecimiento que puede tener a través de las redes es insospechable y llegar hasta el norte, aunque este alejadísimo entre las montañas, ya no es algo extraordinario.
La conexión de la banda con el público probablemente se explique por las letras y por su líder Simon Poxiran; mejor frontman que cantante, el joven lidera la banda, tocando una guitarra criolla, con ultra expresividad, desparpajo, cierta arrogancia y una clara intención de cantar más que de tocar. Claramente se siente importante, o que está pasando un momento importante, más cuando las chicas invaden con sus gritos y suspiros.
La sutileza ni las grandes metáforas parecen ser el fuerte de Perras on The Beach. La clave es la sencillez. La cotidianeidad, alguna estridencia referenciada con Europa, y la referencia al “porro” y “ponerse en pedo”, clásicas loas de los artistas a las drogas: desde el folclore al vino, pasando por el rock a la cocaína y la marihuana, los jóvenes mendocinos recuperan en sus canciones esos vicios. El mensaje parece ser el de un adolescente desencajado en la sociedad actual.
Simón Poxiran arengó a favor de la campaña por el aborto legal y a sus seguidores les encantó. Por cierto, gran cantidad de pañuelos verdes se vieron ya sea en las muñecas o en las mochilas de los chicos.
El detalle fue que el festival estuvo organizado por la gestión de Saenz y contó con el auspicio de la marca de jeans «Lee». Esta vez, a los Perras on The Beach, no les pasó lo que denuncian en la canción donde apuntan contra la gobernación de San Martín de los Andes. “Maldita municipalidá no me dejan estar re locos en una fiesta”, dicen a modo de protesta. Aunque en la noche del sábado se guardaron las bardeadas que bien valían para la municipalidad de nuestra ciudad.
Así pasaron sin hacer más escándalo que- después de los últimos acordes de un cover de Pink Floyd con el que cerraron- Simón Poxiran tirándose al público.