En septiembre continuarán los conciertos regulares.
Bajo la dirección del Maestro Jorge Lhez como director invitado, la Orquesta Sinfónica de Salta ofrecerá un nuevo concierto el viernes 10 de septiembre a las 21 horas en el Teatro Provincial Juan Carlos Saravia (Zuviría 70).
Se interpretará Suite para cuerdas de Leoš Janáček, Concierto para contrabajo Nro. 2 en si menor de Giovanni Bottesini, e Idilio de Sigfrido de Richard Wagner. Gonzalo Álvarez Castelo se destacará como solista en contrabajo.
Entradas de $150 a la venta en www.saltaticket.gob.ar, y en boletería del Teatro. Estudiantes ingresan de manera gratuita presentando tarjeta Saeta o libreta universitaria; jubilados recibo de sueldo (se solicita retirarlas días previos a la función para optimizar el ingreso de los espectadores a la sala).
Sobre las obras y sus compositores
Giovanni Bottesini (1821-1889) compositor italiano, uno de los primeros contrabajistas virtuosos de su época, considerado “el Paganini del contrabajo”. Se destacaba por la gracia, la elegancia, la agilidad, la delicadeza de su interpretación, y por el método en la ejecución de los pasajes más difíciles, a pesar de la complejidad de su contrabajo de 3 cuerdas afinadas un tono arriba (afinación solista). Tenía tres cuerdas en su vida: su interpretación, composición y dirección orquestal. Se destacó como Director Musical en los principales teatros de Londres, EEUU, Ópera Italiana de París, Rusia, El Cairo, La Habana, etc. Compuso oratorios, cuartetos, quintetos, conciertos y óperas. Un año antes de su muerte fue nombrado Director del Conservatorio de Parma. Es considerado uno de los mayores virtuosos del contrabajo.
Wilhelm Richard Wagner (1813-1883) uno los máximos exponentes del Romanticismo Musical Alemán que rompió con los moldes del Clasicismo. Su actividad resultó crucial en la historia del arte contemporáneo por haber cambiado la perspectiva de las composiciones, al sintetizarlas en las grandes artes: visuales, poéticas, escénicas, musicales. Su producción operística creó el Gesamtkunstwerk (obra de arte total) la fusión entre el texto y la música, concretando un magnífico espectáculo teatral. Los temas musicales recurrentes en sus composiciones dieron origen al Leitmotiv, el motivo conductor que se asocia a un personaje o al estado anímico, que puede cambiar o anticipar cuestiones que no están en escena, o evocar una vivencia. Wagner vivía acosado por las deudas hasta que Luis II de Baviera, ascendió al trono y financió sus composiciones, estrenos, e impulsó la construcción de un teatro en Bayreuth destinado a la representación de sus obras. También recibió el apoyo de su suegro, el compositor Franz Liszt. Wagner coincidía con la idea del Romanticismo alemán: retornar a la antigua tragedia griega y distanciarse de la ópera italiana y francesa. Idilio de Sigfrido (1870) su estreno estuvo a cargo del propio Wagner. Según consta en el diario de Cósima (su esposa, hija de Liszt) «Fui despertada por el sonido de una música nueva, maravillosa y desconocida tocada por un conjunto de cámara. Al finalizar, Richard apareció con mis cinco hijos y me entregó la partitura llamada Regalo sinfónico de cumpleaños». La obra fue incorporada entre los temas del dueto final de la ópera Siegfried (1876) y en una canción de cuna alemana.
Leoš Eugen Janáček (1854 – 1928) compositor, profesor del folklore checo que se inspiró en la música tradicional de Moravia y de culturas eslavas para crear un estilo propio y original que desembocó en la creación de numerosas obras de gran importancia, como la rapsodia para orquesta Taras Bulba. Está considerado como uno de los compositores checos más importantes, junto a Dvořák y a Smetana. “Suite para Orquesta de Cuerdas” (1877) una de sus primeras composiciones instrumentales, considerada su primera obra de madurez, que nace bajo la influencia de las músicas folclóricas moravas y de las Danzas Eslavas de Antonín Dvořák. Esta obra fue popularizada por el propio Dvořák.