El cantante y guitarrista ratificó los postulados de honestidad intelectual que el rock siempre defendió y aseguró que no busca acomodar su música a lo que el mainstrem exige.
Por Mariano Arancibia
Lo que hace digno de respeto a un artista es su actitud ante el público, su humildad y su compromiso con lo que hace; si, además, es talentoso y tiene un proyecto que trasciende las modas efímeras, su obra merece, naturalmente, ser tenida en cuenta.
Ese es el caso de Gori, ex Fun People, actualmente líder de Fantasmagoria, una banda que cabalga hace más de dos décadas en el cambiante mundo del rock nacional, con una propuesta singular y que se ha ganado el respeto del publico under y la contracultura.
El domingo 24 de julio nos llevó al barrio de Chacarita, precisamente al Complejo Art Media, lugar donde se realizó el festival TocaDak, el cual tuvo un amplio menú musical que incluyó no solo a Fantasmagoría sino también a Los Espíritus, entre otros.
Segundos después de tocar, Gori tuvo la deferencia de regalarnos unos minutos. “Estoy en un momento muy lindo, haciendo lo que me gusta con amigos, pasándola bomba, más no puedo pedir”, dijo a Radio Dinamo sobre su actualidad que lo tiene presentando su quinto disco titulado “El mago Mandrax”.
Tras su paso por Fun People, banda que alcanzó un gran reconocimiento en los 90 combinando hardcore punk con una sensibilidad popera inglesa y consignas sostenidas consecuentemente, Gori guardó la guitarra eléctrica distorsionada por la acústica, y pasó del hardcore al rocanrol y al folk psicodélico, convirtiéndose en una especie de mezcla entre Paul Stanley y Neil Young.
Ese cambio drástico demostró su versatilidad y su identidad desprejuiciada. Al ser consultado sobre qué etapa musical prefiere, de manera contundente señaló: “No creo que tenga que encasillarme ni en el hardcore ni en el rocanrol ¿Por qué tendría que elegir? Es necesario trascender”.
No son pocos los que aseguran que de alguna manera el rock se ha convertido en lo que detestaba, o mejor dicho, algunas bandas han convertido a la movida en una moneda que fluctúa de acuerdo a los preceptos de la industria cultural. Lejos de esa escala de valores, Gori asegura que Fantasmagoria intenta buscarle la vuelta de tuerca a los temas “siempre está tratando de hacer algo que no repita fórmulas” con la obsesión de no adecuarse a los requerimientos de lo comercial.
“Tal vez ni nosotros sabemos hacia dónde vamos, pero tenemos claro que no queremos ser parte del marketing ni vender haciendo demagogia”, comentó el guitarrista de Juanse y para terminar recalcó: “Hacer algo que no se haya hecho nos mueve y no hacer demagogia, en nuestros shows tocamos no bajamos línea”.