“Los candidatos se enfocan más en su imagen pública y en ganar el favor del electorado mediante discursos vacíos y promesas que no pueden cumplir en lugar de ofrecer soluciones reales y concretas a los problemas que enfrenta la sociedad”.
Finalmente se conocieron las listas de candidatos para las elecciones generales. Este 14 de mayo, los salteños tendrán la oportunidad de elegir a sus gobernantes en las elecciones provinciales. A pesar de que habrá una gran oferta electoral con más de 12 mil quinientos candidatos, gran parte de ellos ya poseen un cargo público y pretenden renovarlo o asumir en otro y pese a que muchos prometen un cambio, no nos dicen cómo ni de qué forma harán las cosas de manera diferente.
Cabe mencionar que hubo dos decisiones del gobierno de Gustavo Saénz que influyeron y determinaron un clima electoral que se podría describir como de desconocimiento y apatía generalizada. Sin dudas la eliminación de las PASO y el adelanto de las elecciones colaboraron a que mucha gente no sepa qué se vota a menos de 45 días para unas elecciones tan cruciales para el manejo y administración de los recursos públicos.
La situación descripta encaja perfectamente con lo que se conoce como «política de la apariencia». En este tipo de política, los candidatos se enfocan más en su imagen pública y en ganar el favor del electorado mediante discursos vacíos y promesas que no pueden cumplir en lugar de ofrecer soluciones reales y concretas a los problemas que enfrenta la sociedad.
El hastío del votante es un tema recurrente en la literatura política. En muchas obras, los personajes se sienten frustrados e impotentes ante la aparente falta de opciones reales en las elecciones y la sensación de que el sistema está diseñado para perpetuar a los mismos políticos de siempre. Esto se puede ver, por ejemplo, en la novela «El candidato» de Henryk Sienkiewicz, donde el protagonista se da cuenta de que en buena medida las elecciones tienden a ser manipuladas y que los candidatos son elegidos por factores externos a su capacidad para gobernar.
De momento y con este marco, parece ser que no habría mayores dificultades para que el oficialismo provincial retenga el poder, ya que los partidos que pretenden desposeerlo, como el frente Avancemos y Juntos Por el Cambio, a falta de elecciones primarias, han tenido cruentas internas que terminaron con la sangría de renombrados dirigentes. En el caso de Avancemos, fueron Jorge Guaymas, Martín Grande y Cristina Fiore, mientras que Inés Liendo fue la afectada en Juntos por el Cambio.
De todos modos, está por verse. La recta final iniciará el 14 de abril con el arranque formal de la campaña electoral tal como está estipulado en el cronograma. Además, recordemos que en estas elecciones se utilizarán las polémicas máquinas de la boleta única electrónica, que definirán al gobernador de la provincia, intendentes, senadores, diputados y concejales.
En cuanto a las candidaturas a gobernador, tendremos doce fórmulas para elegir. Igualamos así el récord de 1991, cuando aún existía la ley de lemas. En la práctica, se sigue manteniendo el sistema de adhesiones o colectoras, hasta se podría llegar a decir que el actual es un solapado sistema de lemas.
La pelea reñida que se espera, se dará entre dos facciones oficialistas a nivel provincial que diputarán la intendencia capitalina, la actual mandataria Bettina Romero y el senador y periodista Emiliano Durand, veremos hasta dónde llegará el tenor de esta disputa.
Sin embargo, después de analizar y desplegar sobre la mesa el cuantioso menú electoral, se podría citar, sin temor a equivocarse, a la canción que abre el primer álbum de la agrupación La Renga, llamada “Somos los mismos de siempre”.
