Procedentes de lo que podríamos llamar la «escena indie»- esa que las emparenta con Bestia Bebe o El Mato -Las Ligas Menores, estuvieron por Salta el domingo 30 de octubre y ofrecieron un buen show.
Llegaron al norte con el pretexto de presentar su segundo disco, Fuego Artificial -publicado en mayo de este año- aunque repasaron las principales canciones que compusieron desde 2011 hasta la actualidad.
Si bien fue un espectáculo corto estuvo entretenido. Los momentos más altos fueron con «A 1200», «Renault Fuego”, “El baile de Elvis”, “Peces en el mar”, “Europa” y “Ni una canción»; dicho sea de paso, bien aprendidas estaban en la memoria de la gente.La energía que transmitió la música del quinteto contagió al público; sobre todo por la forma de llevar el vivo de su cantante. La figura de Anabela gana por su personalidad: una combinación de ternura, sencillez y euforia. Canta fluida y transmite auténticamente el espíritu de una banda indie-rock.
El contenido de «Las Ligas” no es otra cosa que historias cotidianas del mundo clase mediero adolescente porteño; contradicciones entre querer estar bien y los problemas existenciales de crecer en una sociedad de la cual parecen estar extraviadas. Esa gama de emociones expresadas con canciones cortas, de guitarras rápidas y distorsionadas o con sonidos más melancólicos.
El hecho de que Anabela le haya pedido al «bailarín del Zumba» que se haga a un costado porque molestaba (era totalmente invasivo) a los que estaban adelante fue todo un acto de justicia. El público que fue a verlas y escucharlas aplaudió rotundamente. Fue el momento serio y bizarro a la vez.
Así pasó una de las tantas propuestas del catálogo del sello Laptra, sacudiendo la modorra dominguera y dejando una buena imagen por estos lares.
Mariano Arancibia.
PH & Video: Zoom Audiovisual Salta
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