La cantante rockera, que el domingo próximo continuará con la presentación de «Sexo con Modelos» en el Personal Fest, nominado a los Premios Grammy Latinos en la categoría Mejor Álbum de Rock, se mostró sorprendida por la repercusión que alcanzó ese trabajo.
En su segundo disco solista, Bertoldi recorre varios ritmos y reconduce su energía y su polenta en la exploración estilística, el jugueteo más con un pop-rock elaborado que la acerca a Nine Inch Nails, Gustavo Cerati y Richard Coleman.
Algunos métodos teatrales prefieren utilizar el grito como el último recurso en una obra, como el momento de clímax del personaje, y Bertoldi parece haberlo hecho propio, ya que no hay gritos innecesarios, la fuerza es utilizada para empujar las canciones hacia mares y puertos desconocidos.
En “Sexo con modelos” profundiza el camino iniciado con “La presencia de las personas que se van” y la búsqueda ofrece muy buenos resultados, ya que Bertoldi encuentra un universo de colores más ricos que le permiten llegar a la canción desde diversos lugares.
Sobre el disco, las nominaciones y los amplios elogios recibidos, Bertoldi charló con Télam:
-Télam: En la búsqueda que iniciaste con este disco estas más enganchada buceando en la sonoridad o en las letras?
-Marilina Bertoldi: No estoy en un momento en el que estoy muy interesada por las letras. Entendí más o menos cuál es mi estilo y estoy un poquito más obsesionada con el foco sobre la sonoridad, sobre cómo suenan las cosas, sobre cómo se tocan las cosas y cuánta prolijidad obsesiva y robótica hay que tener.
-T: ¿Y con respecto a las influencias?
-MB: Empecé a estar mucho más al tanto de lo que estaba sucediendo en lo que es el under de otros lugares o la vanguardia de otras zonas, que es lo que define el audio de lo que es mainstream después. Empecé a encontrar artistas increíbles, como Thundercat, que fue un artista que me abrió mucho la cabeza, y muchos otros que creo que van más por el lado del jazz. Thundercat es bajista, pero incluso las guitarras que constantemente usan sus producciones son muy específicas de él, tiene un estilo suyo. Lo mismo Jack White, cuando aparece una producción suena a Jack White, tiene un estilo. A mí me gusta todo de él, pero porque me gusta el concepto de él, me gusta esa desprolijidad en una época donde todo es motorizado y tiene que estar perfecto. Él es un chabón que es desprolijo y no deja de ser impactante y exacto a la vez. Jack White me fascina como artista, me parece muy necesario para esta época. Así como Thundercat, como te digo, que es un chabón súper preciso, logra tener una particularidad. Encontrar particularidades hoy en día me parece que es muy complejo, es un viaje muy difícil pero mucho más interesante para el artista, es conocerse a uno. Deja de ser el norte ser el mejor músico del norte con las mejores canciones y empieza a ser el foco vivir, hacer tu vida, tener experiencias y que la música refleje eso. Cuando empieza a ser así empezás a encontrar un color y le quitás a la música una presión y un estrés que no tiene por qué tenerlo. El arte tiene que ser expresión de algo mucho más profundo que simplemente “uy, mirá el riff que se mandó”.
-T: ¿Cuando vos decís que ya encontraste lo que tenés para decir, ¿con qué tiene que ver la letra?
-MB:Me dejé de preocupar por querer ya condicionar lo que quiero decir, por sonar a algo. Nos metimos en un mundo de adicción a ciertos grandes poetas que tenemos en la música que han escrito tan bien ciertas emociones, que quizás queremos decir con grandes palabras cosas que quizás no nos representan. Yo quiero hablar con mi vocabulario, con mi forma de entender y decir mis vivencias. Si no son las grandes profundidades de la humanidad que no lo sean, queda mucho peor y muy poco honesto querer decir algo grande cuando claramente estás diciendo algo que no sentís, que simplemente suena bien. Frases que suenan bien pero que no te genera nada, no te pasó esto. Me gustan los artistas que si tienen que decir poco lo digan con orgullo. Cuando compuse este disco quizás estaba un poco más interesada por ciertas cosas: había salido de una relación, era soltera y estaba disfrutando de mi soltería y mi juventud. Eso es mi disco, es un disco joven y no busca ser más. Los momentos sensibles son reales y los momentos banales también son reales.
-T: ¿Sentiste que a lo largo del año las expectativas del disco se estaban cumpliendo con tantos shows?
-MB:Sí, me sorprendieron. Me dieron un poco de miedo, incluso, porque todos los que trabajaron conmigo saben que hubo momentos en los que me tuvieron que salvar del vértigo.
-T:¿Te asustaste y te querías bajar?
-MB: Sí, sí, me asusté mucho. No esperé que tuviera tanta repercusión y se escuchara tanto el disco. Nunca no confié y estoy cada vez más segura de lo que saqué, pero fue muy fuerte cuando de repente está en boca de tanta gente y tiene tanta polémica detrás. Y gustó mucho, me sorprendió, debe ser duro que nadie te dé bola así como es duro que de repente todo el mundo hable de un disco. Es raro, es una sensación muy rara y a mí me cuesta esa atención. Encima faltan las encuestas de fin de año que hacen los medios, pero con lo que pasó con los Grammy estoy sorprendida. Lo estoy tratando de vivir bien, ahora bajé un cambio. Cuando salió fue muy difícil. Es fuerte darte cuenta de lo grande que se está volviendo todo. Es eso, me di cuenta de que todo está creciendo más rápido de lo que pensaba: muchos músicos muy reconocidos me hablaron y también muchos productores que admiro. Hubo toda una llegada a cosas que pensé que faltaba más tiempo para eso, me llegó de repente. Me puso muy feliz y a la vez me dio vértigo.
Quedate escuchando «Cosas Dulces»
